Durante la pandemia, dada la imposibilidad de atender normalmente a los ciudadanos en las oficinas de los diferentes organismos y dependencias de la Administración, se puso en marcha, de manera transitoria, el sistema de cita previa, de manera. Han pasado los meses y, sin embargo, esta práctica sigue siendo imprescindible para acudir a las dependencias administrativas en las que debemos hacer alguna gestión.
Esta situación no habría devenido en un problema grave, si tanto la atención telefónica como la digital funcionaran bien y se hubiera dimensionado adecuadamente para responder eficientemente al ciudadano.
El efecto también sería menor si el proceso pudiera realizarse telemáticamente de forma sencilla y amigable para todo el mundo. Pero no es así.
“Para la mayoría de los ciudadanos no es fácil llevar a cabo los trámites de la Administración de forma telemática. O la falta de medios, o la falta de pericia, o la carencia de certificado digital, o la falta de conocimientos, o una experiencia de usuario nada intuitiva, ha abocado a muchos ciudadanos a ni siquiera planteárselo”, afirma el presidente de los Gestores Administrativos.
“Por lo anterior, una gran parte de los ciudadanos han preferido, tradicionalmente y antes de la Covid 19, acudir a las dependencias administrativas para que les ayuden a realizarlo. De pronto se encuentran que si acuden sin cita no se les atiende y conseguir cita se convierte en misión imposible”. “Hasta que empezó la pandemia, -prosigue Santiago- el cliente de la gestoría administrativa era aquel que prefería dedicar su tiempo a otras cosas antes que a realizar un trámite, y estaba dispuesto a pagar por ello”.
“Los Gestores Administrativos facturamos por la prestación de servicios reales, nunca por la venta de una cita previa, que es gratuita. Ni nos dedicamos a conseguir citas previas para terceros. Si es precisa una cita previa, la pediremos para llevar a cabo el trámite de nuestro cliente, y le facturaremos por el trámite. Y si usted conoce a algún Gestor Administrativo que comercialice citas previas, por favor, denúncielo en el Colegio de Gestores Administrativos de su área geográfica”, solicita Fernando Santiago.
Uno de los organismos que más se han resentido ha sido el INSS, donde se tramitan las jubilaciones, IMV, prestaciones por orfandad o viudedad. La falta de previsión ha motivado que el envejecimiento de una plantilla bien preparada no se haya ido renovando con tiempo. “Ahora, por más que intente incorporar 3.000 nuevos funcionarios a este organismo, necesitan un tiempo para que se preparen adecuadamente, y los temas que llevan no son fáciles, cada jubilación es un mundo”, comenta Santiago. “Y, además, los sistemas informáticos y sus programas tampoco han tenido la renovación que precisaban; se ha producido la tormenta perfecta y, como siempre, quien lo paga es el ciudadano”
“Si la Administración funcionara bien, si no hubiera colapsado, nadie podría hacer negocios ilegales y el ciudadano estaría mejor atendido. Evidentemente, rechazamos de plano esos tejemanejes, pero desgraciadamente, los máximos responsables de la Administración no se dejan aconsejar ni por los que están dentro de las ventanillas (funcionarios), ni por los que estamos fuera y conocemos perfectamente su funcionamiento. Así, les va a los ciudadanos”, sentencia el presidente de los Gestores Administrativos.