¿Qué puedo hacer para no recibir publicidad?

¿Cuántas veces nos hemos sentido atosigados por un exceso de publicidad? La LOPD especifica dos formas para que podamos oponernos a que se traten nuestros datos con fines comerciales:

1. Dirigiendo una solicitud a quien está utilizando los datos con fines publicitarios.

Artículo 30.4 de la LOPD, dedicado a los tratamientos con fines de publicidad y de prospección comercial: “los interesados tendrán derecho a oponerse, previa petición y sin gastos, al tratamiento de los datos que les conciernan, en cuyo caso serán dados de baja del tratamiento, cancelándose las informaciones que sobre ellos figuren en aquél, a su simple solicitud”.

Esta posibilidad, entre otros casos, es para aquellos casos en los que nuestros datos hayan sido obtenidos de fuentes accesibles al público (como las guías telefónicas, por ejemplo).

2. Registrando en un denominado “fichero de exclusión publicitaria” los datos que no queremos que se utilicen para enviarnos publicidad

Artículo 49.1 del Reglamento de desarrollo de la LOPD, que prevé la creación de ficheros comunes de exclusión publicitaria en los que se podrán registrar las personas que no deseen recibir comunicaciones comerciales: “Será posible la creación de ficheros comunes, de carácter general o sectorial, en los que sean objeto de tratamiento los datos de carácter personal que resulten necesarios para evitar el envío de comunicaciones comerciales a los interesados que manifiesten su negativa u oposición a recibir publicidad”.

En España, actualmente, sólo existe un fichero común de exclusión publicitaria: la Lista Robinson, gestionado de forma independiente por la Asociación Española de Economía Digital.

¿Qué es la Lista Robinson? Es un servicio gratuito de exclusión publicitaria, a disposición de los consumidores, que tiene como objetivo disminuir la publicidad que éstos reciben.

En este servicio podemos inscribirnos de manera gratuita y seleccionar el medio o medios (teléfono, publicidad postal, etc.) a través de los cuales no queremos recibir publicidad de las entidades que empleen nuestros datos personales, obtenidos de fuentes públicas o bases de datos, de las que no sean responsables para el desarrollo de las campañas publicitarias.

Estarían excluidos los casos en los que nosotros mismos hayamos autorizado a una empresa a enviarnos publicidad. En este último caso, si quisiéramos oponernos a que nos la enviaran deberíamos dirigirnos directamente a la empresa.